No podía dejar de mirarla. Se subió tan rubia a la micro, tan feliz y despreocupada. Tan 'bonita', aunque sus dientes no eran perfectos, y su pelo estaba algo desordenado y poco acorde a su nube. Sentí eso que se siente cuando algo te amenaza, porque también te veías bien, y no podía dejar de mirarte. Leías un libro, 'el perfume' alcance a leer, y pense 'que básica tu lectura para la nube que te rodea, tu estilo, tus lentes'... en fin, pero aún así no podía dejar de estar preocupad- de tu presencia. Aunque mis prejuicios unidos a tu felicidad me pusieron en contra y no pude resistir a pensar mal de ti y criticar todos tus movimientos. Pero cuando te bajaste, aun no pude dejar de mirarte. Pronto termino mi viaje (te bajaste un paradero antes), y olvide tu cara hasta ahora.
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