Se ha transformado en costumbre estar despierta en horarios no comunes. Quizás pensaba que el tiempo que ha transcurrido me haría más “normal”, pero no ha sido así, solo han nacido más cuestionamientos y reflexiones que se convierten en estamentos, y luego en nuevas decepciones. No puedo manejar aun el lenguaje, lo que pienso no consigue salir apropiadamente del cuerpo, y que difícil explicarlo, al final me duermo con nada que decir, porque la conformidad a tocado la puerta de mis sentimientos, o quizás es el vacío?
Debo dejar de lado pretender necesidades que no están a mi alcance, porque ya todo está viciado y simplemente el lujo de conseguir algo es una ilusión transitoria del ser.
Debo cerrar mi boca, atar mis manos y no mirar a nadie, estrictamente a nadie!